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¿Qué hacer en Copenhague? ¿Por qué debería visitarla?
#copenhagenUNA DE LAS CIUDADES MÁS FELICES DEL MUNDO
Copenhague (Dinamarca) es uno de los lugares con mayor calidad de vida según el Índice de Felicidad de las Naciones Unidas, sólo superado por ciudades de Finlandia y Noruega. Cuenta con un programa sanitario diseñado para fomentar la salud en la vida cotidiana: la ciudad está diseñada para ir en bicicleta, ofrece almuerzos nutritivos en los establecimientos públicos y tiene programas para dejar de fumar. Los daneses tienen incluso una palabra para designar la felicidad y la calidad de vida: hygge. Este concepto se reduce a poder disfrutar de las cosas buenas de la vida con las personas que quieres.
Los daneses pueden llegar a pagar hasta el 60% de sus ingresos en impuestos. Pero a pesar de ello, han sabido convertir mejor la riqueza en bienestar. Invierten en calidad de vida. Si pagaran menos impuestos podrían permitirse un coche más grande, pero eso no les aportaría felicidad.
La educación, desde la guardería hasta la universidad, es gratuita. La atención sanitaria y el acceso a los hospitales también son gratuitos.
Copenhague es una de las primeras ciudades en eliminar todas las restricciones covíricas y dar la bienvenida a la "antigua normalidad".
Es uno de los países del mundo donde se realizan más pruebas per cápita, y con diferencia. También es uno de los países con mayores cifras de vacunación. Dinamarca sigue teniendo una de las tasas de mortalidad más bajas de Europa. Desde el martes 1 de febrero, los daneses ya no están obligados a llevar mascarilla en los lugares públicos.La capital danesa quiere convertirse en 2025 en la primera capital del mundo con huella de carbono cero. Quiere posicionarse como la ciudad "más verde" e "inteligente" del planeta.
Autoridades y científicos sostienen que este difícil objetivo puede alcanzarse mediante una transición energética que cambie sus fuentes de suministro de energía, la modernización y readaptación de los edificios, una gestión sensata de los residuos y unas infraestructuras públicas bien pensadas y un sistema de movilidad respetuoso con el medio ambiente.
El 50% de la población utiliza la bicicleta como medio de transporte y está considerada una de las ciudades más sostenibles del mundo. La ciudad está perfectamente diseñada para circular en bicicleta. La forma de sus calles también lo permite, ya que son más planas, lo que facilita los desplazamientos en bicicleta.
Es un barrio parcialmente autogobernado de unos 1.000 habitantes, creado en 1971 en terrenos militares abandonados por el ejército danés. Esta comunidad de vecinos, que se declara independiente del Estado danés, ocupa una superficie de unas 34 hectáreas.
Christiania tiene fama de permitir el consumo y la venta de drogas blandas (en la calle principal, conocida como Pusher Street). Por ello se le conoce como el "barrio verde".
Es la atracción turística por excelencia de Dinamarca. Este colorido puerto de finales del siglo XVII es uno de los lugares más visitados del país.
Fue una de las zonas más inseguras de la ciudad hasta principios de la década de 1960, ya que era un puerto pesquero donde los marineros descargaban sus mercancías para distribuirlas, por ejemplo, en el mercado de Kongens Nytorv. Era una zona de bares y prostitutas.
A principios de los 60 se decidió cambiarle la cara, trasladar la zona de prostitución (legal en Dinamarca) y llenarla de restaurantes y cafeterías, que hoy ofrecen comida típica danesa a precios desorbitados. Los lugareños prefieren comprar un perrito caliente y sentarse junto al canal a tomar el sol que gastarse todo su dinero en estos restaurantes llenos de turistas.
Se cree que los marineros pintaban estas casas de colores para que fueran reconocibles desde lejos cuando volvían a casa tras meses en el mar. Otros dicen que los colores se usaban para que los hombres, a veces muy borrachos en los bares locales, pudieran volver a casa y reconocer su propia fachada.
En el número 6 de Nyhavn se puede ver la casa donde vivió la "chica danesa" Lili Elbe, junto con su esposa Gerda Wegner.
La cocina danesa aún contiene elementos que se remontan al periodo preindustrial, es decir, antes de 1860, a la época en que la economía doméstica se basaba en la despensa, provista de productos como cerveza y pan de centeno y carne de cerdo salada y ahumada.
El hogar tiene una enorme importancia para los daneses. Se invierte mucho en casas espaciosas, de alta calidad y con grandes ventanales, y casi todas las comidas suelen hacerse en casa. En Dinamarca hay tres comidas principales: el desayuno y la cena se suelen tomar en casa, mientras que el almuerzo, por razones prácticas, se suele tomar fuera y se suele traer de casa.
La comida principal es la cena y suele consistir en un solo plato entre semana. La costumbre americana de comer solo aún no se ha impuesto en Dinamarca, excepto en el desayuno. Las familias danesas se esfuerzan por reunirse en torno a una cena casera.
Los productos frescos y los platos que antes eran patrimonio de la clase alta se han convertido en habituales debido a la industrialización. Es el caso, por ejemplo, de las setas, el pollo, el caviar, el salmón ahumado y el pato, así como la mayonesa y otras salsas frías.